El proceso de plantar frutales requiere de pasos precisos para asegurar el éxito a largo plazo. A continuación, se detallan las etapas técnicas para la preparación, plantación y mantenimiento de una plantación frutal donde se instalan tutores de madera desde el primer momento para evitar sustos inesperados.
1. Preparación del Terreno: Desfonde y Labrado
El desfonde es una labor profunda que consiste en remover el suelo a una profundidad superior a 60 cm. Su objetivo principal es mejorar la estructura del suelo, descompactarlo y favorecer la aireación y el drenaje. Esto es crucial en suelos pesados o arcillosos que tienden a compactarse, ya que las raíces necesitan un medio suelto para crecer libremente y explorar nutrientes a mayor profundidad.
Posteriormente, se realiza una labor superficial (15-30 cm) para aflojar la capa superior del suelo y facilitar la incorporación de materia orgánica y nutrientes en el siguiente paso. El labrado también mejora la infiltración de agua y reduce la formación de costra superficial.
2. Abonado de Fondo: Cálculo de la Materia Orgánica
El abonado de fondo se recomiendo realizar aplicando materia orgánica como estiércol compostado, que mejora la estructura del suelo y aumenta su capacidad de retener agua y nutrientes. La cantidad exacta de materia orgánica a aplicar se calcula en función del porcentaje de materia orgánica presente en el suelo, determinado mediante un análisis previo.
Para suelos con bajos niveles de materia orgánica (<2%), se recomienda aplicar entre 30 y 40 toneladas por hectárea de estiércol bien compostado. Este aporte se mezcla en el perfil de suelo labrado para asegurar una distribución homogénea de los nutrientes. Puedes consultar nuestro artículo sobre cómo calcular la materia orgánica de un suelo.
3. Marcación del Terreno
La distribución exacta de los árboles frutales según el marco de plantación escogido, es un paso vital para asegurar que cada planta tenga el espacio necesario para desarrollar su sistema radicular y copa, evitando competencia entre los árboles. Una marcación errática dará lugar a serios problemas durante la vida del cultivo.
Un simple árbol que sobresalga de su calle es un imán para recibir golpes por parte de la maquinaria. Si este árbol enferma, podemos iniciar un foco de infestación para el resto de la parcela, contaminando la calle completa. Ver calles contaminadas por completo de hongos y bacterias que penetran a través de las heridas, no es algo anecdótico. Plantaciones donde se coloca tubería portagoteros separados a distancia fija y que luego no irrigan donde deben por una distancia incorrecta entre arboles de la misma calle a la hora de plantar, es algo más común todavía.
Por ello, una buena manera de realizar una plantación, es mediante marcación, ya sea tradicional o GPS, colocar los tutores de madera y por último ubicar las plantas manualmente.
- Marcación por GPS: Para plantaciones a gran escala, se utiliza tecnología GPS para establecer líneas rectas y garantizar una plantación homogénea con distancias precisas entre árboles. El GPS facilita la labor de establecer los puntos de plantación con alta precisión.
- Marcación tradicional: Para garantizar la alineación y disposición correcta de los árboles, se emplea una barra marcadora. Este apero, arrastrado por el tractor, ayuda a marcar físicamente el terreno en función del marco de plantación determinado, haciendo pases cruzados sobre el terreno. Esto asegura que cada árbol esté alineado perfectamente, optimizando la disposición espacial.
4. Instalación de Tutores de Madera
Con objeto de disponer del punto exacto que determinará donde ubicar la planta y con la idea de que esta tenga un sustento desde el primer día, colocamos los tutores de madera en este punto. Estos son esenciales para mantener un crecimiento vertical y evitar que los plantones se vean afectados por el viento o se desarrollen de manera inclinada. Los tutores también ayudan a los árboles a mantenerse estables hasta que su sistema radicular esté bien desarrollado.
- Colocación del tutor: Se recomienda clavar el tutor de madera antes de colocar la planta, para no dañar las raíces. Esto se hace en cada punto marcado previamente. Los tutores de 120 cm a 200 cm de altura son ideales para la mayoría de los frutales, una medida estándar, pueden ser tutores de 150 cm.
- Plantación del plantón de vivero: Una vez que el tutor está en su lugar, se coloca la planta frente al tutor. Los plantones de vivero si van en maceta, suelen venir con una caña de bambú, la cual debe retirarse cuidadosamente para evitar dañar las raíces.
- Atado al tutor: Para atar la planta al tutor sin causar daño al tronco, se recomienda el uso de tubo macarrón de plástico, que se vende en bobinas, o bien goma ancla, ambos materiales flexibles. Recomendamos la primera opción porque posibilita dar varias vueltas alrededor del tutor antes de sujetar el tallo de la planta, lo que permite un ajuste flexible sin rozaduras, especialmente si el tutor de madera es cuadrado.
5. Riego y Mantenimiento
Tras la plantación, el riego es crucial para asegurar que las raíces tengan la humedad necesaria para asentarse en el nuevo suelo. El mantenimiento de los tutores y el sistema de riego es igualmente importante para asegurar un crecimiento adecuado.
- Riego de plantación: Realiza un riego abundante justo después de plantar para facilitar la adaptación de las raíces al nuevo entorno. En áreas con poca precipitación, se recomienda un sistema de riego por goteo, que asegura un aporte constante de agua sin desperdicios.
- Ajuste de sujeciones: Durante los primeros meses, revisa periódicamente las sujeciones de los tutores para evitar que el tronco crezca con restricciones. Las ataduras deben aflojarse y ajustarse conforme la planta crece para evitar daños en la corteza.
La plantación de frutales es un proceso técnico que involucra una adecuada preparación del suelo, abonado de fondo calculado, y una precisa marcación del terreno mediante GPS o barra marcadora. La instalación correcta de tutores de madera garantiza que los plantones se desarrollen de manera recta y estable, protegiéndolos del viento y otras condiciones adversas.
Con el terreno bien marcado, el tutor ubicado en su posición y plantando a mano, lo cual es sencillo dado que el terreno está recién labrado, es un método de plantación sin rival en cuanto coste-precisión se refiere.
Seguir estos pasos asegura un crecimiento saludable de los árboles y una producción frutal exitosa a largo plazo.
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